Nevó ayer en Barcelona.
Nuestras bicicletas aparecieron sepultadas bajo la nieve.
La ciudad se paralizó.
Cataluña entera se paralizó.
Parecía Le temps du loup de Michael Haneke:
La gente ama la destrucción:
Íbamos todos con los pies helados
y la sonrisa en la cara.
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